Pocas
horas antes de que termine el año 2012 fuimos notificados por correo
electrónico que habría 66 vacantes descongeladas de la planta
permanente y hace un par de semanas nos han informado en qué
consistirían esos cargos. También existe la promesa de otros 110
cargos entre Mayo y Junio.
Hace
rato que quienes trabajamos en el Ministerio sentimos la necesidad de
que existan formas de contratación que no nos “regateen”
derechos, que no nos precaricen. No se tratan de unos pocos casos
aislados: solo el 34% del personal del Ministerio forma parte de la
Planta Permanente, mientras que el 64% está contratado por Ley
Marco. Esta información proviene del último informe de la Oficina
Nacional de Empleo Público sobre discapacidad, del primer semestre
del año 2012. Es el único documento público donde encontrar
información sobre nuestras formas de contratación... Y aún así,
no cuenta con datos sobre empleados con contratos UTN o tercerizados.
Hace
23 años que el ingreso a la Planta Permanente se encuentra
prácticamente congelado –sin contar algunas incorporaciones muy
puntuales (por ejemplo aquella vinculada al Programa de Economistas
de Gobierno, hace más de 15 años)-. Sin embargo, a pesar de que el
MEcon cuenta con 2.375 puestos disponibles en esta forma de
contratación, solamente 1.309 se encuentran efectivos. Es decir que
el 44% de los cargos presupuestados no son ocupados,
existiendo la posibilidad concreta de que se efectivicen
inmediatamente cientos de compañeras y compañeros sin requerir de
dinero extra, pero aún así esto no sucede.
Estas 65 vacantes son apenas el 2,5% de los 2616 puestos
irregularmente contratados (sobre un total de 3925 trabajadoras y
trabajadores, sin contar los UTN que desconocemos, como ya dijimos).
Todavía nos encontramos lejos de ser parte de un proceso genuino de
normalización de la estructura, a pesar de las promesas
presidenciales de hace un par de años (“No hay
trabajadores de primera ni de segunda, ni en el Estado ni en ninguna
parte: hay trabajadores de una sola clase, los trabajadores con
derechos y permanencia en sus puestos”, Cristina
Fernández de Kirchner, mayo de 2010).
¿Pero...
qué es la planta permanente?
La Planta Permanente es la forma de contratación que por Ley debería
ser la utilizada en el empleo público. Su retroceso en este período
fue un proceso paralelo a la pérdida de derechos de gran parte de la
clase trabajadora argentina.
En la Ley Marco de Regulación del Empleo Público se enumeran
derechos con los que cuenta el personal de planta permanente.
Sin
embargo, como no se reconocen para aquellos empleados “Ley
Marco”, se trata de letra muerta para la gran mayoría de los
trabajadores del Ministerio. Hay que sumarle la disparidad salarial
introducida por la ausencia del reconocimiento de los “tramos”
que le corresponden a quienes se encuentran en la planta permanente
entre los grados 4 y 10.
El punto en común que engloba a las distintas formas de
contratación en contraposición a la planta permanente es la
ausencia de una garantía sobre la estabilidad del puesto. Es decir, se trata de contratos por tiempo determinado o donde existe
la (nefasta) posibilidad por parte del empleador de rescindir el
contrato en cualquier momento sin manifestar alguna causa ni pagar
indemnización.
De todas formas, no se trata de la única diferencia. La planta
permanente cuenta con un régimen de licencias que facilita diversos
aspectos de nuestra vida cotidiana (por ejemplo, otorga días por
mudanza, permite horario reducido para quienes estudien (¿por qué
existen las pasantías, entonces?), habilita a tomarse licencias sin
goce de sueldo (por ejemplo, para viajes extensos), permite trabajar
en comisión en otras dependencias, etc.), que las restantes
contrataciones poseen parcialmente o no las poseen.
Todos estos beneficios y otros más, los perdemos TODOS cuando se
establecen distintas formas de contratación precarias, que además
nos fragmentan a la hora de realizar nuestros reclamos.
Por eso, el pase a planta permanente es una reivindicación que
entendemos que puede ser tomada por una gran mayoría de las y los
trabajadores del Ministerio, conjuntamente: Sean por aquellas
personas que están encuadradas en las variadísimas formas de
contratación, como por aquellos empleados que hoy en día son de
planta y reconocen que siempre es mejor cuanto mejor esté el
conjunto de todos los trabajadores.
Contar con mayor cantidad de compañeras y compañeros contratados
bajo la misma modalidad nos permitiría sumar fuerzas al unificar los
reclamos.
¿Pero vamos a estar mejor... o no?
La forma con la que el Ejecutivo Nacional está abriendo espacios en
la plata permanente cuenta con muchos problemas:
-Se realiza por medio de “concursos” para cubrir cargos que ya
hoy día están ocupados por personas que ya están realizando las
tareas. Es decir, se realiza un procedimiento innecesario ya que
deberían reconocerse derechos laborales de quienes ya trabajan, y no
abrir un nuevo proceso de selección.
-La poca cantidad de concursos genera una gran competencia entre
trabajadores y trabajadoras de las mismas dependencias, propiciando
un ambiente laboral poco constructivo y una situación de
desconfianza y división entre los trabajadores de cada oficina.
-Por otro lado, al ingresar a la planta, se niega la antigüedad. Por
ejemplo, en el caso de la ley marco, el grado con el que ya
contábamos se verá reducido. Originalmente el pase a planta nos
hacía “partir de cero”, aunque ahora están evaluando
contabilizar uno de cada dos grados... o incluso menos.
-Al ser parte de la planta, se deja de percibir el adicional del 7,5%
que reciben los trabajadores contratados bajo la ley marco sin titulo
entre los grados 0 y 4.
En vistas de estas consideraciones vemos necesario no sólo bregar
por la incorporación de todos los trabajadores a la Planta
Permanente, sino a que se modifiquen las condiciones en las cuales
debería darse dicho ingreso y se garanticen todos los puestos
laborales actuales.
No es imposible...!
Depende de
nuestra capacidad de organizarnos para terminar con las múltiples
modalidades de precarización. Aunque pasó hace rato el “Año del
trabajo decente”, seguimos peleando por conseguirlo!