miércoles, 13 de enero de 2016

Estatales en ALERTA - Ni un despido!

Como ya se venía anticipando desde la campaña electoral, el gobierno entrante de Mauricio Macri ha lanzado una ofensiva contra los trabajadores del Estado.

Comenzó como una campaña mediática señalando un supuesto excesivo tamaño del plantel estatal y tratando de identificarnos a los trabajadores como "ñoquis" al servicio del gobierno anterior.

Los distintos ataques fueron tomando forma y finalmente llegaron las primeras medidas concretas. El Decreto 254/2015 establece una "revisión" de los contratos Ley Marco (art. 9) y concursos realizados en los últimos 3 años. Plantean una inversión de la prueba en la que parece que todos los estatales somos ñoquis a no ser que demostremos lo contrario.

Por si fuera poco, y antes de cualquier revisión, en los primeros días del año ya nos encontramos con una ola de miles de despidos arbitrarios en todo el Estado.

Las excusas (como si las necesitaran) van variando caso a caso, pero comenzaron por el sector más vulnerable a nivel contractual que son los monotributistas.

La problemática de la precarización laboral que venimos denunciando incesantemente hoy se vuelve una amenaza real tanto para este sector como para quienes están bajo contrataciones temporales en Ley Marco.

Necesitamos lograr la estabilidad que nos corresponde según la Constitución Nacional que es la que da la Planta Permanente. Y al mismo tiempo, debemos lograr la recomposición salarial necesaria para poder valorizar el empleo público.

En el camino de lograr este objetivo no podemos permitir retroceder ni un paso en los derechos adquiridos.


Este problema no es un problema particular de nuestro Ministerio sino de todos los estatales. Necesitamos coordinar nuestras acciones con todos los sectores que podamos y defender a cada compañero como si fuéramos nosotros mismos.

Al mismo tiempo, no podemos olvidarnos que no por nada el ataque al empleo público comenzó desde los grandes medios de comunicación. Una acción como esta no puede ser realizada sin el beneplácito de la llamada "opinión pública".

Nosotros también tenemos que salir a disputar el sentido común. Sabemos que tenemos un problema porque los grandes medios están alineados con el poder de turno, pero a la vez contamos con la ventaja que implica poder explicarle a la sociedad:

- que detrás del ataque a nuestro trabajo viene un golpe a las políticas públicas de las que gran parte de la población es beneficiaria.

- que el ataque a los estatales es solo la punta de lanza de un ataque al resto de los trabajadores. Por medio de esta primera ola de despidos se intenta dar un mensaje de "confianza" a los grandes empresarios de que el camino de los despidos es posible, y a la vez es una amenaza para los trabajadores para que lleguen a unas paritarias condicionados por la extorsión de canjear rebaja salarial por continuidad laboral.

El panorama esta difìcil, no vamos a mentir, pero de ninguna manera podemos dejarnos vencer por el miedo. Podemos ganar esta pelea. Pero nadie nos va a regalar nada, cada derecho adquirido que defendamos y cada derecho nuevo que conquistemos será fruto de nuestra propia organización.