La ola de calor se estira desde el 28 de febrero. Las temperaturas no bajan, la lluvia no llegará al menos hasta el miércoles, y son nuestros cuerpos quienes deben afrontar este hito climático extremo. Caminar con este calor, cocinar, limpiar, cuidar, y también ir a trabajar al Ministerio. Ante la ola de calor, las autoridades del Ministerio de Economía podrían hacer uso de la capacidad que tenemos de que el funcionamiento del organismo se sostenga por vía remota.
Una opción sería que pasen a modalidad remota a la mayor parte del personal, reduciendo al mínimo las guardias críticas y servicios de mantenimiento.
Otra alternativa, que se implemente un esquema de “burbujas climáticas” que sólo requieran que la mitad de cada sector se haga presente, manteniendo para el resto la modalidad remota.
Estas medidas implicarían una menor cantidad de compañeres deshidratades, con mareos, desmayos, descompuestxs, etc. No solo por la permanencia en el Ministerio, donde no todas las áreas tienen condiciones óptimas de ventilación y aire acondicionado, sino también por el tiempo de viaje en medios de transporte que tampoco tienen aseguradas condiciones óptimas de ventilación… ni hablar de lo difícil de caminar al sol o andar en bicicleta (para llegar a un edificio sin vestuarios).
Como venimos planteando hace tiempo, implementar esquemas laborales bimodales, optativos y con veeduría gremial, podría ser un cambio progresivo en nuestras condiciones de trabajo. En estas circunstancias, además de importante, es URGENTE.
QueMeconTás?
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De paso, aprovechamos para invitar a reflexionar sobre el efecto ambiental de la deforestación, la destrucción de humedales, la utilización poco sustentable de los terrenos agrarios, la continuidad de la matriz energética en base a combustibles fósiles y de un modo de vida donde el consumo desenfrenado parece ser la mayor utopía que nos ofrece el sistema.
