martes, 12 de agosto de 2014

QUE NO DEFAULTEEN LA DEUDA CON LOS TRABAJADORES

El Ministerio de Economía parece estar en el ojo del huracán por el conflicto desatado con los denominados "fondos buitres" luego del fallo adverso de la Corte Suprema de los EEUU. Los buitres, con el aval del sistema judicial estadounidense, reclaman unos 1.300 millones de dólares por unos bonos que le costaron tan solo 48 millones. Sin dudas son la peor cara de un capitalismo (por naturaleza carroñero) que busca la mayor ganancia posible en el menor lapso de tiempo posible sin tener en cuenta más consecuencia que el engorde de sus bolsillos.

La decisión de la Corte Suprema yanqui significó un rotundo baldazo de agua fría para los planes del Gobierno argentino, que venía enfocado en cerrar todos los frentes abiertos con el capital extranjero, demostrado por los acuerdos con Repsol, el Club de Paris o el CIADI. Las posibilidades de un cierre negociado se esfumaron, ya que un pago a los buitres superior al ofrecido durante el canje del 2005 y 2010 implicaba (además de una claudicación frente a las banderas enarboladas por el gobierno) la posibilidad de aumentar la deuda externa local en más de 130 mil millones de dólares por la (ahora) famosa cláusula RUFO.
Así llegamos al escenario del default "técnico": Desde el Gobierno se niega que se trate de un default mientras los bonistas extranjeros cobran los seguros donde preveían la falta de pago. Curiosamente, esta situación no cuenta con un plan alternativo para disponer de dólares, sino que desde el equipo económico parecen estar cruzando los dedos para llegar a enero, que no rija la RUFO y puedan negociar abiertamente con los buitres. Mientras tanto, se vive una tensa situación de dudas ante el devenir del escenario económico (y político).

Lo que no mencionan toda esta serie de abogados defensores del capital financiero, ni tampoco los que negocian con ellos, es que se está muy lejos de discutir los compromisos con los principales "acreedores internos": las y los trabajadores.
En particular en nuestro Ministerio la deuda con los trabajadores es muy grande. Se combina un nivel salarial muy bajo en general, y también al comparar con otros organismos. Se suma a esto una insólita rebaja salarial en la Secretaría de Hacienda que aún no fue resuelta y un aumento de los ritmos de trabajo en diversas oficinas, en particular las dependientes de la Secretaría de Política Económica.

Esta situación nos deja los salarios desplumados, mientras en Nueva York se les presentan a “FONDOS BUITRES” propuestas de pago que les generarían 300% de ganancia. Nuestros reclamos implican un incremento muchísimo menor. Nos pueden brindar respuestas sin que haya “mediadores parciales”: Ni Pollack ni Griesa atienden en el Mecon y no hay cláusulas RUFO en la Administración Pública.

Desde la nueva Junta Interna de ATE Mecon se ha desarrollado una intensa campaña a lo largo de todo este año haciendo eje en la necesidad más sentida por todos y que nos aglutina a todos los trabajadores de las infinitas modalidades contractuales: el salario. En contraposición a décadas de silencio cómplice de las representaciones sindicales, ATE Mecon se ha puesto al hombro este reclamo y ha recorrido hasta la última oficina buscando el apoyo de los trabajadores y hasta el último despacho reclamando una respuesta de los funcionarios. Como “QuéMeContás?” somos parte de ese proceso y acompañamos cada instancia de lucha y construcción.

La respuesta de los funcionarios ha estado siempre por detrás de la urgencia de la cuestión. Donde hace falta una contundente recomposición salarial apenas se ha accedido a algunos reclamos, importantes pero totalmente accesorios al problema de fondo, como el retroceso al aumento de los precios del comedor, el aumento a los contratados por asistencias técnicas o el inicio de los trámites para avanzar con el jardín materno-paternal.
Decimos que "plata hay" porque revertir el retraso salarial en el Ministerio implicaría apenas unas gotas de agua en contraposición al mar de compromisos que se vienen  generando con los acuerdos que se han firmado con Repsol, Club de París, CIADI, etc. También disposición a sentarse a negociar hay lo que demuestran las famosas 20 horas que llevó llegar al acuerdo con el Club de París, o los meses que vienen tomando las discusiones con los fondos buitres y el sistema legal estadounidense.

Lo que no hay es voluntad política de resolver la deuda pendiente con los trabajadores. Entendemos las urgencias de los funcionarios pero la paciencia tiene un límite y no es aceptable que nunca la prioridad seamos quienes hacemos que este Ministerio funcione.

Ningún tribunal extranjero ni ningún organismo internacional va a obligar a las autoridades del Ministerio a sentarse a discutir con los trabajadores.
De nuestra parte, la única herramienta con la que contamos es nuestra movilización para visibilizar y hacer sentir nuestros reclamos por todos los medios y formas posiblesDescripción: https://ssl.gstatic.com/ui/v1/icons/mail/images/cleardot.gif

No hay comentarios:

Publicar un comentario