La lucha de las y los docente de la provincia de Buenos Aires por sus salarios no se trató de algo de todos los días. A pesar del discurso mediático que buscó ponerlo como un "problema de todos los años", lo cierto es que la pelea tuvo un gran alcance muy diferente al logrado otras veces. Involucró no sólo a los maestros y maestras sino también a madres, padres, abuelas, auxiliares de las escuelas, en medidas de distinto tipo como asambleas, movilizaciones, paros, marchas de antorchas, etc.
El Gobierno les había hecho una oferta inicial de 22%. La última propuesta, finalmente aceptada, alcanzó el 31% para todas las categorías y un inicial de $5.000 (un 39% de aumento). Sigue siendo escaso considerando los niveles de los que se partía y la inflación proyectada, pero no se puede negar que se llegó a una oferta totalmente impensable hace tan sólo unos días.
No hubiera sido posible si no se hubieran recuperado en la última elección de SUTEBA nuevas seccionales opositoras a la conducción de Baradel (La Plata, La Matanza, Tigre, etc), que se sumaron a las que ya venían organizando estas luchas hace años (como la de Bahía Blanca).
Esa organización por abajo, de base y combativa puso en primer lugar a las y los trabajadores de la educación y a su vez buscó incorporar con amplitud a todos los actores en lucha. Con esto se logró una masividad inédita, organizando las medidas en asambleas y metiendo mucha presión sobre los dirigentes gremiales.
A quienes somos parte de QuéMeContás nos entusiasma recuperar este ejemplo de las/los docentes, que nos enseñan no sólo al frente de las aulas sino también en las calles.
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